Tiempo de lectura 5 min.
Por siglos la exigencia en la existencia humana fue más física que emocional. Soportar hambre, peligros de la naturaleza e infecciones. Hasta tiempos relativamente recientes, madres morían “de parto” dejando regados muchos huérfanos y viudos.
Hoy esa situación ha sido superada por avances médicos y logros de la civilización, pero como “no hay bien que su mal no traiga” las exigencias del mundo moderno son mentales, son más emocionales que físicas.
Situación que al Gen. George Patton le sería difícil de comprender pues en Sicilia (1943) al ver a dos soldados hospitalizados por “fatiga de guerra”, pero físicamente intactos, los abofeteó al interpretarlo como signo de cobardía. Y es que con frecuencia estos trastornos se perciben como debilidad y suelen ser ocultados al público.
Es cierto que “de músico, poeta y loco todos tenemos un poco” pero según la OMS (Organización Mundial de la Salud) los problemas mentales afectan a 1 de cada 8 personas en el mundo, asociado al aumento de la violencia, las incertidumbres, las migraciones y el Modus vivendi.
A través de las Hormonas el cuerpo proporciona, al momento, lo necesario según sea lo que pensemos en ése instante. No existe hormona mala pero si constantemente mantenemos elevada a alguna, terminaremos por enfermar.
Las hormonas son liberadas por el pensamiento y nó por el entorno. Nuestra percepción determina que hormona liberar. Si soñamos que nos ahogamos sentiremos la falta de aire y la angustia acompañante como si de veras estuviera sucediendo. Lo mismo sucede al revivir desagrados. La mente domina al cuerpo.
De allí la importancia de aprender a cultivar y mantener la PAZ interior, pues el apuro, la angustia y todo pensamiento desagradable libera Hormonas del Estrés que mantienen a nuestro cuerpo en un excesivo estado de tensión, debilitando nuestra inmunidad y enfermándonos.
Como ése piloto que siempre hunde a fondo el acelerador, hasta cuando está detenido. Tarde o temprano destruirá a su automóvil. Así le pasa a un cuerpo sobre exigido. Juan Manuel Fangio tenía razón al decir que hay que ganar las careras a la menor velocidad posible. Sin sobre excederse.
Las Hormonas en exceso suelen producir cambios de conducta que la mayoría de las veces son detectables excepto cuando son limítrofes y parecen ser sólo una conducta caprichosa. La Tiroides suele hacerlo.
Es prudente realizar una Ecografía Tiroidea en todo tipo de Depresión que muestre algún rasgo atípico bien sea por su intensidad o por su duración. También conviene hacer una Hemoglobina glicosilada en casos de súbita impaciencia, intolerancia, incomodidad o insatisfacción.
Los trastornos mentales suelen asociarse a factores socioeconómicos, un difícil acceso a la vivienda y a servicios de salud, así como las actitudes culturales, pero conviene descartar en esos casos ligeramente atípicos, alguna alteración corporal, orgánica, como el trastorno hormonal limítrofe.
Ha sido un gusto compartir. Me despido hasta una próxima entrega. Si quiere conocer de algún tema, escríbame al WhatsApp, es un gusto atenderle. Que la PAZ sea contigo.
Dr.W.Colina Pineda. Endocrinólogo y Diabetólogo OnLine del Centro Médico Guerra Méndez. Valencia, VZL. WhatsApp & Telegram +57 315 498 5245 https://wilmercolina.com
